Esos recuerdos de adolescencia que todos tenemos siempre dejan un poso que a poco que te remuevas hace reflotar viejas sensaciones de invencibilidad. Pero unos se van y otros ocupan su lugar y así vamos por la vida compartiendo y tratando de no olvidar a nadie que lo merezca.
Esos recuerdos de adolescencia que todos tenemos siempre dejan un poso que a poco que te remuevas hace reflotar viejas sensaciones de invencibilidad. Pero unos se van y otros ocupan su lugar y así vamos por la vida compartiendo y tratando de no olvidar a nadie que lo merezca.
Y además, relato sonoro. Eres una valiente 😉